¡Que reír nunca está demás!

¡HOLAA! ¿Sabéis qué? Por fin todo es absolutamente perfecto. Jamás me he sentido tan bien como ahora. He encontrado a personas que me quieren de verdad, con los que disfruto de verdad, y lo único de lo que tengo ganas es de gritar (de alegría, eso sí). Ahora mismo, mientras escribo esto, la eufórica se encuentra dentro de mi como un órgano más de mi cuerpo. Es increíble lo mucho que un puñado de personas pueden hacer cambiar tu punto de vista sobre el mundo. Supongo que también influye un poco en mi estado de ánimo las notazas que estoy teniendo este trimestre tras haber estudiado tanto como lo he hecho. Pero sinceramente, la culpa de mis sonrisas y mis carcajadas la tiene alguien en particular. Y aunque no llegue a leer esto quería dejarle un mensaje al final de la entrada.
Y bueno, después de esta chapa que probablemente no os importe, me voy con mi alegría a otra parte. Un beso fuckers.

Gracias por todo. Te quiero.