miércoles, 22 de agosto de 2012

¿Puede oírme alguien?

Es una especie de vacío: profundo, enorme, ilimitado. Una falsa sensación de soledad, en la que estás rodeado de personas: personas que van y vienes, que ríen, que lloran, personas  que se arrepienten, personas que respiran; que caminan ahí, justo a tu lado, que te miran, que te oyen, incluso que alguna que otra vez te escuchan, pero a las que al fin de al cabo, das igual. Es esa sensación que te hace parecer pequeño, diminuto, frente a la multitud, frente al mundo. Que sí, que siempre hay alguien ahí, dispuesto a ayudarte. Pero a veces eso es imposible. Por mucho que grites nadie te oye, nadie te escucha, nadie te comprende. Y la verdad, tienen razón, ¿qué más da? Es tan solo un cuerpo animado más de entre tantos. ¿O acaso no hay nada más importante de lo que preocuparse? Niños muriéndose de hambre en África, guerras, exámenes o algo tan simple como uno mismo. Y no se lo discuto. Sí, siempre estaré dispuesta a escucharte, pero ¿a mi que me importa? ¿acaso me afecta tu llanto, tu opinión, tu vida...? No. Me da exactamente igual. Es solamente una historia más que añadir a la colección. No me quitará el sueño que hayas cortado con fulanito o fulanito, o que le caigas mal al profesor de esa asignatura cuyo nombre no recuerdo. Y es que a fin de cuentas todos vivimos en nuestro propio universo. Sin importarnos para nada lo que ocurra con el personaje que llamamos "amigo", refugiándonos en esa canción que describe nuestra historia a la perfección y que se repite una y otra vez en tu cabeza.


1 comentario:

Cuadrado no, REDONDO dijo...

Graciaas! Ahora mismo me paso :D