jueves, 19 de enero de 2012

Una princesa sin tacones de cristal.


Yo, una chica ni más ni menos como las demás, tal vez un poco más alegre, o un poco más cobarde, pero como todo el mundo, única. Una chica super orgullosa y cabezota. Una chica infantil y con las mismas ilusiones que una niña de siete años. Una chica no muy distinta a las demás y a la que no le gustan los tacones ni los zapatos de cristal. Un chica que escribe palabras en las tostadas con mermelada y que dibuja corazones con nata en las fresas. Una chica que siempre esta sonriendo y que no puede pasar ni un solo día sin cantar ni reír. Una chica que le encanta colocarse rosas en el pelo y pulseras en los tobillos. Una chica a la que le encantan los vaqueros y dar conciertos en la ducha. Una chica que da puñetazos al aire para desahogarse. Una chica que si pudiera, se alimentaría a base de regalices y ladrillo con pica-pica por encima. Una chica que prefiere la tarta de manzana a la de chocolate. Una chica que le encanta leer libros sobre amores imposibles. Una chica que no tiene claro si es rubia o morena y que le priva mirar al techo. Una chica que intenta disimular su miedo detrás de un cristal transparente. Una chica que no sabe lo que busca y que siempre se equivoca. Un chica que prefiere mirar al pasado que al futuro. Una chica a la que no le gustan las montañas rusas y que apenas sabe nadar. Una chica que quiere comerse el mundo de un solo bocado. Una chica a la que le encanta escribir. Una chica que siempre seguira subiéndose a los columpios y que siempre se quedará con ganas de montar en el carrusel. Una chica que nunca dejara de comer un kinder sorpresa si le apetece. Una chica que va sin chaleco antibalas en medio de un tiroteo. Una chica que intenta pensar siempre en rosa, aunque quiera pensar en azul oscuro. Una chica que se muerde las uñas y que jamás aprende.



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