lunes, 22 de octubre de 2012

I don't understand it.

¿Eso de enamorarse para que sirve? ¿Para romper ilusiones? ¿Para tirar tu orgullo a la basura? ¿Para llorar noche tras noche porque es imposible que nadie pueda llegar a querer a alguien como tú? ¿Para no poder dormir durante lunas porque no puedes sacar de tu cabeza a esa maldita persona? Pues como que no lo entiendo. No entiendo a esas tan típicas adolescente que viven por y para "enamorarse". Es lo peor que puedes desear. Si no lo pasas mal porque no quiere saber nada de ti, lo pasas mal porque las cosas no son eternas. Tarde o temprano acabas con lágrimas recorriendo tus mejillas. Por un motivo u otro las cosas o no terminan de empezar, o acaban demasiado pronto. Apenas te da tiempo a saborear los besos, las miradas, las caricias, los abrazos, los "te quieros", los "buenos días enana" o cuando ya por costumbre te llama "pequeña". Por eso yo no quiero ni oír hablar de esa palabra. ¿Por qué tendrías que querer escuchar una palabra que solo trae tragedia? No te da tiempo a saborear lo mejor. Sin embargo, siempre tienes tiempo de sobra para los recuerdos. Tienes todo el tiempo del mundo para derramar lágrimas, para pequeñas sonrisas inesperadas, para miradas perdidas mientras recuerdas, mientras rozas con la yema de los dedos las fotografías de tiempos mejores, mientras buscas algo a lo que amarrarte, mientras visualizas cada gesto que realizaba mientras estabais juntos, mientras vuelves a notar sobre tus labios sus besos: tan dulces, tan eternos... Pero el caso es que a pesar de odiarlo es increíblemente difícil evitarlo. Quizás puedas negarlo o retrasarlo un poquito, pero es una de esas cosas de las que no se puede huir. Creo que es un poco como el miedo o, quizás, algo así como una enfermedad de esas en la que el tiempo es la única cura. Deseas que solo sea un capricho más de esos que en dos días se han borrado de tu mente, un pequeña confusión mental causada por la ilusión de que alguien pueda llegar a quererte; deseas que la cinta no rebobine de nuevo. Pero normalmente, lo hace, como una canción sonando en un disco rayado: una espiral sin fin.


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