24 días.

Y no, ya no queda nada. Las semanas pasan como días, los días como semanas. Tan pronto es mañana como tan pronto fue ayer. Recuerdo que hace unos tres meses, cuando me dieron la noticia de que iba a conocerte, no me lo creí. Soy así, me cuesta un montón asimilar las cosas. Tu acento francés solo se paseo durante una semana por mi casa pero su esencia no ha desaparecido aún. Cuando te fuiste, lloré. ¿Cómo no voy a llorar? Es increíblemente difícil no hacerlo. Pero, ¿Sabes? Sé que voy a volver a verte.  Y bueno, sé que sólo será una semana, pero en esa semana que volvamos a encontrarnos viviremos instantes tan intensos e irrepetibles que nunca olvidaremos. No todo el mundo, ni todos los días, alguien puede irse de intercambio con una persona como tú.